Creación de la Universidad Nacional de Huancavelica

Los orígenes de la Universidad Nacional de  Huanca­velica, de acuerdo a su propia síntesis extraída de la pá­gina en Internet, se remonta a la presentación de una serie de proyectos de creación, desde la época del gobierno del general Manuel A. Odría, hasta el período del régimen aprista, en el que el proyecto de creación, presentado por el diputado Dr. Moisés Tambini del Valle fue aprobado por ley Nº 25265, la misma que se promulgó y se publicó el 20 de junio de 1990, creando la Universidad Nacional de Huancavelica con las siguientes facultades : Ciencias de Ingeniería, Educación y Enfermería, siendo la primera Uni­versidad peruana de carácter descentralizado. Es de men­cionar la contribución eficaz de los diputados de entonces, señores Tasiano Girón, Andrés Loaiza y Alejandro Herrera.

Así como el senador de la República Breña Pantoja y de la Asociación de Estudiantes Uni­versitarios Huancavelicanos Residentes  en Lima, presididos por Jorge Matos Mendieta.

La primera Comisión Organizadora fue de­signada por la Asamblea Nacional de Recto­res, mediante la resolución Nº 0270-90-ANR del 2 octubre de 1990, Comisión que vino a Huancavelica para instalar oficialmente la Uni­versidad Nacional de Huancavelica que es la sede central. Fue el domingo 14 de octubre de ese año en que se llevó a cabo en la plaza de Armas, aquella ceremonia inolvidable de instalación, constituyendo un verdadero aconteci­miento cultural que marcó un hito en la historia regional de Huancavelica en la que participó el pueblo entero con toda sus fuerzas vivas, sentándose luego el acta correspondiente, en el libro de oro de hechos históricos de Huan­cavelica, donde registraron sus firmas las au­toridades de la localidad, los miembros de la comisión y cientos de ciudadanos que presenciaron tan importante acontecimiento.

Luego, la Comisión Organizadora,  antes de retornar a Lima, buscó una persona, un ciudadano Huancavelicano que reuniera cier­tas condiciones tan necesarias como para asumir la conducción de toda la etapa inicial de las actividades universitarias, recayendo esta enorme responsabilidad en la  persona del periodista colegiado don Héctor Segovia Alguiar, quién asumió con entereza y resuelta decisión, ad honorem, el cargo de Coordina­dor General de la UNH, resultando siendo el principal protagonista de las acciones inicia­les de la vida universitaria en Huancavelica, empezando de cero y sin presupuesto eco­nómico alguno, por lo que se vio obligado a tocar puertas de instituciones y ciudadanos, confiando en sus excelentes relaciones con todo el pueblo.

Don Héctor Ismael Segovia Alguiar es un profesional intachable. Contador Público de profesión y periodista por vocación. Huancavelicano de  nacimiento. Llegó a este mundo el 17 de junio de 1935, pertenece a una de las familias distinguidas de su tierra de origen. Fue hijo de don Salva­dor Segovia y de doña María Socorro Alguiar. Héctor Segovia es un hombre culto, instruido y versado, de amplia experiencia que ha sa­bido conjugar su infancia educada  en Huancavelica con sus  estudios  profesionales  en la Universidad San Antonio Abad del Cusco y, posteriormente, con viajes de trabajo y es­tudio por varios países europeos y de Amé­rica. Funcionario de responsabilidad en la empresa privada y las instituciones públicas, abrigó siempre con entusiasmo  su faceta de periodista, conduciendo programas radiales, gestando quincenarios escritos y participando activamente dentro de este gremio. Humilde en su trato con los demás y sagaz y certero en sus opiniones. Es un personaje ineludible de la historia de Huancavelica.

La profesora Emma Vargas de Benavides asumió la alcaldía de Huancavelica desde este año de 1990 y fue reelegida en el cargo hasta 1996. Una mujer de temple y carácter. Condujo la municipalidad en tiempos en que aún no existían fondos de transferencia de recursos del Gobierno Central y a pesar de ello supo mantener el crecimiento de la ciu­dad que gobernaba. Obras importantes como el Coso de Toros de San Cristóbal, (construi­do con material noble, es techado, carece de callejón y posee un aforo para 3,500 espec­tadores y bonitos exteriores. Sus principales festejos se realizan con ocasión de  la Feria de las Cruces en abril y las Fiestas Patrias en julio), remodelaciones  de  plazas y  avenidas y el Coliseo de Pampa Amarilla se levantan para orgullo de la ciudad. Es de destacar que durante su gestión, aún no había concluido la etapa de la violencia terrorista, hecho que de por sí resalta una valentía esgrimida en tiempos muy difíciles por la permanente amenaza de muerte a las autoridades del departamen­to. Posteriormente ha sido Congresista de la República, una labor en la que destacó por haber sido una de las representantes con el mayor número de proyectos de ley presenta­dos en su Cámara. Si bien el agotamiento po­lítico de las autoridades es una cita ineludible con el pueblo. La señora Vargas de Benavides ocupó, para orgullo de sus seguidores, y para fastidio de sus oponentes un sitial en la histo­ria de Huancavelica; el tiempo se encargará de premiarla.

Como Presidente de la Corte Superior de Huancavelica actuó en este año de 1990, el doctor Ricardo Pequeño Valdivia. El coronel Luis Paz Cárdenas, fue el Jefe del Comando Político Militar de Huancavelica. Antes de producirse el cambio de gobierno, el párroco de lzcuchaca, Reynaldo Sáenz fue intercepta­do por 4 subversivos y asesinado en la ruta por la que se tras­ladaba a la ciudad de Huancayo el 7 de febrero de 1990.

Para el término del mandato presidencial de Alan García, el candidato de mayores posibilidades para reemplazarlo era el novelista Mario Vargas Llosa, quien, bajo el grito de «Li­bertad», había logrado congregar a las fuerzas de la dere­cha peruana, aprovechando los enormes errores políticos y económicos cometidos por el presidente en ejercicio. Sorpre­sivamente apareció en escena el Rector de la Universidad Agraria de la Malina y en una corta y breve campaña, logró acaparar las preferencias electorales de la población mayo­ritaria peruana. En menos de dos meses de carrera política del contender Fujimori, el pueblo bajó al novelista de las nu­bes en las que se encontraba, propinándole una aplastante derrota, cuya humillación lo haría renegar, más tarde, de su nacionalidad peruana.

Texto: Extrato del libro Historia de Huancavelica Tomo II. Autor Federico Salas Guevara.

Fotografía: Colección Privada FSG

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