El tren que salió cuando pudo y llegó 19 años después:

Los nombres de aquellos que hicieron posible esta gran obra.

El TREN MACHU DE HUANCAVELICA

En Lima, el Congreso de la República, conceptuó la construcción de un ferrocarril que, partiendo de Huancayo, cruzara territorio huancavelicano en ruta hasta Ayacucho. Promulgó entonces, el 20 de Noviembre de 1908 la Ley N° 667.

De inmediato se encargaron los primeros estudios al Sr. Carlos Weber y se iniciaron trabajos con fondos obtenidos del Estanco del Tabaco, resultando muy lento el avance. Como un presagio favorable, fue también en ese año la instalación del Alumbrado Público de Huancavelica, construyéndose faroles en las principales calles. Terminaba el gobierno de José Pardo en 1908, siendo Prefecto don José Manuel García F. inaugurándose la obra bajo el nuevo Prefecto, don Artemio Sánchez Rodríguez y encargándose al Senador suplente del departamento, el ilustrado vecino, don Víctor Pacheco Beramendi, apadrinar dicha obra.

Iniciado el tendido de rieles, fue un entusiasta promotor, el talentoso huancavelicano, don Delfín Vidalón, sin embargo, por tema presupuestal, los trabajos se desarrollaron de manera lenta e interrumpida inaugurando algunos tramos iniciales los representantes de Huancavelica,  senadores, Amador del Solar y el general César Canevaro, así como el único hijo de esta tierra maravillosa, el diputado Antonio Larrauri.

Se reanudaron las obras en 1919 siendo, el, Ingeniero Manuel Tellería, el encargado de las mismas, quien lamentablemente falleció en  1921, sustituyéndolo el Ingeniero Voto Bernales. Se habían enrielado 30 kilómetros.  Fue entonces, durante el segundo gobierno de don Augusto B. Leguía, la cámara de diputados nombra una comisión compuesta por Manuel Frisancho, Enrique A. Martinelli, Luis Otero y el empuje decidido de los huancavelicanos Dámaso Vidalón y Armando Patiño Zamudio para que se evaluaran las obras a continuar. Las conclusiones determinaron que la obra continuaría por medio de contratos a partir de Izcuchaca, momento en el cual se recogió la iniciativa que anteriormente habían planteado el  diputado Antonio Larrauri y el diputado suplente Manuel Jesús Alarco, durante el gobierno de Guillermo Billinghurst. De seguir una ruta por Huancavelica a Pisco.

Se recibió el apoyo entusiasta del Ministro de Hacienda, Manuel Masías, quien también favoreció otras obras, entre ellas, un puente en Lircay que lleva su nombre.  En estas circunstancias, don Celestino Manchego Muñoz, colaborador y allegado al Presidente Leguía, aprovechó el cambio en el sistema de contratos a partir de Izcuchaca y la disposición de gran mayoría de representantes, para inducir al Presidente que cambiara el rumbo de la línea férrea, desviando su original trayectoria hacia Ayacucho por una más rápida de salida a la costa, siguiendo por la quebrada del Río Ichu hacia Chonta, para luego bajar hacia el puerto de Pisco. Allí le dijo, desembarcaría los granos de la despensa agrícola de Acobamba y el rico mineral de las entrañas del departamento minero por excelencia, Huancavelica.

Los trabajos de la línea del ferrocarril de Mejorada hasta Huancavelica fueron dirigidos por los señores Dante Castagnola y Hernani Fernández, quienes dependían del Ingeniero José G. Voto Bernales, interviniendo como contratistas, entre otros, los huancavelicanos don Mariano Patiño Paúl, don Alberto Ortiz, don Julio Ruiz y como única mujer contratista, doña Luz Moyano Merino quien personalmente dirigía a sus operarios.

Ya siendo Ministro de Fomento, después de haber sido Ministro de Marina, presidió la inauguración, su gestor final, don Celestino Manchego Muñoz el 22 de Octubre de 1926, día que cambió radicalmente la historia de Huancavelica.

Síntesis escrita por Federico Salas Guevara recogiendo fuentes escritas y orales.

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