Teresa Merino Lozano, quien de niña vivió los días de la ocupación chilena en Huancavelica y después de larga vida, murió en 1941. Largo es de reseñar una vida de ejemplos y participación en las actividades huancavelicanas de su época. El único hombre en las fotos es Antonio Lopez Merino. Profesor de Ciencias cuando se reabrió el Colegio Nacional La Victoria de Ayacucho, dejó para la posteridad un hermoso poemario, al que tituló «Libro de mis Amores» Pertenecieron a esta generación, hijos, al igual que Teresa, de Don Pedro L. Merino, sus hermanas Berenice y Carmen Merino Lozano y fallecido muy joven, Estanislao Merino Lozano.
A ellos se les identifico como descendientes de SANTA TERESITA DE JESÚS, por el lado del hermano de la Santa, Lorenzo de Cepeda y Ahumada, quien en 1540 partió a America con su hermano Jerónimo, acompañando al Visitador Cristóbal Vaca de Castro, comisionado por el Rey para aclarar la situación del Perú, dividido entre Almagro y Pizarro, cuyo antagonismo culminó con la muerte violenta de ambos y el territorio envuelto en una guerra civil. Don Lorenzo fue asistente a las guerras civiles del Perú hasta que finalmente, el Visitador La Gasca impuso la paz por algún tiempo. De su prole en América, tras algunas generaciones, se descubrió en Huancavelica a estos sus legítimos descendientes.

El patriarca de esta familia fue Don Pedro Merino, quien desde los primeros años de la república era dueño de las haciendas Pachacclla y Pantachi asi como propietario de las tiendas y casas ubicadas en la plaza de armas, Jr. Ascencio Segura donde esta ubicado el Cine Sideral. Estas propiedades en la ciudad fueron adquiridas por él, gracias al remate público que hizo el Huancavelica Andrés Avelino Cáceres para sostener sus campañas durante la guerra con Chile.

Extractos del libro Historia de Huancavelica Autor Federico Salas Guevara.

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