Escribano Francisco de Bascones nos cuenta:

Conocí a Juan de Espinoza en la historia allá por 1583 cuando oficiaba de “Protector de los Naturales” del Asiento de Huancavelica, en los tiempos que ahí residía también Luis de Espinoza.
Recuerdo a los mineros más importantes, Juan de Sotomayor, Rodrigo de Torres de Navarra y Pedro de Contreras, quienes solían contratar a Cristóbal de Espinoza para que controle sus intereses en las haciendas que tenían y en mérito a la confianza ganada, lo comisionaban a otras comarcas, como la del Cuzco por ejemplo, para venta de Azogue.
Otro vecino de la villa que escuché nombrar por 1589 fue don Pedro de Espinoza Sartre, quien hacía negocios con Gonzalo García Mortigón, así como a don Tristán de Espinoza que a veces oficiaba de prestamista.

Ya para el año de 1594 estuvo el Maestre de Arquitectura Alonso Ximenez de Espinoza quien trabajó retablos en los conventos e Iglesias que estaban en construcción, como es el caso del Convento de Santo Domingo cuya portada muestro en la foto. Esta portada fue reconstruida en 1998 durante la gestión como alcalde de Federico Salas Guevara, a fin de evitar su destrucción ya que estaba en planes de ser derruida.