1897 ANTECEDENTES DE LA IMAGEN DEL SEÑOR DE PRENDIMIENTO

De los escritos de don Víctor Pacheco Beramendi y de don Manuel Jesús Alarco, pude extraer los datos que a continuación relato:

La Semana Santa inicia con el Domingo de Ramos, día de la conmemoración de la entrada triunfal del Señor a Jerusalén. En esta fecha, una imagen sale de la Iglesia de Santa Ana representando a Jesús montado en una borrica viva, que los comuneros de Ascensión cuidan todo el año. Antes de llegar a Santa Ana, dicha imagen se venera en el Templo de Ascensión y se traslada a la iglesia antes mencionada en la víspera de la festividad. (Siempre recuerdo a mi muy buen amigo Sergio Requena Marmanillo y esposa en estos quehaceres).

El lunes Santo se realiza la procesión del Señor del Prendimiento, del Templo de San Sebastián, cuya imagen es de una gran belleza cautivadora del espíritu. La primitiva imagen fue destruida por el fuego en un descuido del sacristán del Templo, Vitorio Chamorro, quien había prendido unas ceras en el anda y se fue a la casa del mayordomo en Yananaco. En su reemplazo se trajo de Barcelona, España, una obra escultórica adquirida gracias a erogaciones del pueblo huancavelicano, a iniciativa de don Luis Isaac Hernández, cuya suma obtenida fue enviada a la casa de «Manuel Bolero» de dicha ciudad por medio del Doctor (Sacerdote) José María Gálvez, que por entonces era el Senador por Huancavelica así como cura colado de la Iglesia Matriz de San Antonio (Catedral de Hvca.)

Cuando llegó a Lima, la efigie fue armada y exhibida en la Capital, donde se intentó conservarla por todos los medios, por lo que la representación parlamentaria, especialmente el diputado, doctor Guillermo Olano, se vio obligado a exigir que la feligresía limeña desistiera de su deseo. Finalmente fue conducida a Huancavelica en el ferrocarril central hasta la Oroya, donde concluía la línea férrea, siendo recibida en esa comunidad por los Comuneros de Yananaco, señores Pedro Jara, Evaristo Escobar y Félix Huamán, entre otros y desde allí, a lomo de mulas fue trasladada hasta su destino, llegando a Huancavelica el 22 de Agosto de 1897.

Los cajones se abrieron en el Templo de San Cristóbal, donde se armó nuevamente la imagen y conducida en procesión hasta su Templo de San Sebastián con un ritual que corrió a cargo del párroco, don Albino Valenzuela. En dicha procesión estuvieron presentes alumnas y alumnos de las distintas escuelas y colegios, las damas fueron dirigidas por la pedagoga, Sra. Victoria Garma de Arbulú y los varones por los notables educadores, señores Luciano Palomino, Antenor Soldevilla y Faustino Cáceres.

El Doctor Pacheco Beramendi mandó refaccionar la Capilla que lo cobija y en segunda refacción intervino el devoto, don Anatolio Osorio y Sra, Paulina de Osorio. El anda del Señor, con su techo o coronación sostenida por cuatro columnas de estilo salomónico fue mandada a hacer por mi tatarabuela Margarita Lozano Vda. de Merino, encargándole de ejecutar la obra al extraordinario ebanista huancavelicano, don Francisco Camacho.