Historia del Carnero al Palo
En el mensaje del Presidente Leguía al Congreso de la República en 1929, informó que su gobierno tenía el interés de atraer extranjeros y hasta entonces había propiciado el viaje de 14,285 personas al Perú, varios de ellos se instalaron en Huancavelica y durante el oncenio, arribó con el interés en la lana, don Jorge Vlásica, quien se casó después, con la distinguida dama huancavelicana, Sra. Yolanda Ballinas Alarco. Con él, vinieron también algunas costumbres culinarias de su tierra de origen Dubrovnik.
Varias provincias de la sierra centro del Perú disputan con vehemencia haber sido cuna de tan deliciosa preparación del carnero, el cual, empalado y especialmente aderezado se cocina por unas horas sobre las brasas de carbón de palo. Este delicioso alimento fue preparado por primera vez en Huancavelica por don Jorge Vlásica y en poco tiempo fue el plato preferido de cuanta celebración social existiera. Durante las décadas de los 30 y 40, las visitas ocasionales de amigos o funcionarios pertenecientes a los departamentos vecinos, despertaron el interés en este potaje y rápidamente fue sugerido a cocineros fuera de Huancavelica. Esta información queda corroborada también por mi familia, puesto que los dos primeros carneros de raza Merino que se utilizaron fueron proporcionados por mi padre, por aquel entonces propietario de la hacienda Pachacclla. El primer ayudante de cocina que tuvo don Jorge, fue don Filiberto Villena (cariñosamente apodado “Cututo”) quien en el tiempo era contratado para cocinarlo dentro y fuera de Huancavelica.
