IGLESIA DE SAN AGUSTÍN EL VIEJO

La iglesia que desapareció
Fue la segunda Iglesia, después de Santa Ana que se fundó en Huancavelica, así como el convento del mismo nombre. Esta información fue recogida de los apuntes del historiador huancavelicano Manuel Jesús Alarco Ledezma, documentos que me permitieron acceder a gran parte de la historia republicana de Huancavelica. De no ser por él, muy poco sabríamos de lo acontecido durante los años del 1800 hasta la primera década de 1900.
La construcción de esta Iglesia fue propiciada por los padres Agustinos, quienes fueron los primeros religiosos que pisaron Villa Rica de Oropesa, en número de siete, resaltando las figuras de Barba y Egas. El templo estuvo situado en el lugar denominado “Pochccoc”, al pie del cerro Santa Bárbara, el cual, al pasar de muchos años desapareció, no por efecto de un terremoto como mucha gente cree, sino por los mismos padres Agustinos que cayeron en la cuenta de la insalubridad del lugar, causadas por las continuas filtraciones de agua. Esta razón los llevó a desmantelarlo con el objeto de edificar, con los mismos materiales, otra Iglesia y Convento, con el mismo nombre y el título de Nuevo Convento de San Agustín El Chico, eligiendo la Plazoleta Ferrúa.
Después de algún tiempo de funcionamiento fue clausurado por una mala autoridad, quien llegó al extremo de expulsar a los religiosos. Para consumar su abuso, la hizo volar desde sus cimientos con pretextos absurdos, ya que esta Iglesia hacía sombra a la casa de una familia Cobián, con la que mantenía íntima amistad. Esta Iglesia se comunicaba con la Calle de los Loros por una bóveda subterránea. Según cronistas de la época, el nombre de esta autoridad fue Nicanor Negrón.

¿SABÍAN QUE HUANCAVELICA PERDIÓ UNA DE SUS IGLESIAS?

Es la historia de la Iglesia de San Agustín el Viejo y el convento del mismo nombre. Esta iglesia siguió en orden de fundación a la de Santa Ana (1590) siendo su construcción propiciada por los padres Agustinos, quienes fueron los primeros religiosos en pisar el Pueblo Rico de Oropesa, en número de siete, siendo los principales, Barba y Egás.
Estuvo situado primero al pie del cerro de Santa Bárbara en el lugar denominado «Pochccoc» en donde fue desmantelado debido a las filtraciones de agua, edificándolo después con el mismo nombre y el título de: Nuevo Convento de San Agustín el Chico, en la que fue la Plazoleta Ferrúa.
Su funcionamiento fue clausurado por una mala autoridad, quien llegó al extremo de expulsar a los religiosos para consumar su mal obra, haciendo volar desde sus cimientos la construcción erigida. Esta iglesia,que se comunicaba con la Calle de Loros por una bóveda subterránea, aunque parezca inverosimil la historia, hacía sombra a la casa de una Familia Cobian, muy amigos de la autoridad, Nicanor Negrón.
Extractos del libro Historia de Huancavelica. Autor: Federico Salas Guevara. Recogido de los Apuntes de Manuel Jesús Alarco Ledezma.
Fotografía no real que solo ilustra la nota.
Extracto del libro “Historia de Huancavelica” tomo I, autor: Federico Salas Guevara.