En la época colonial, perteneció al minero Contreras, uno de los socios de Juan de Sotomayor, tal vez el minero más importante de los inicios de Huancavelica colonial. Ya en la Primera época republicana, fue propiedad de don Antonio Larrauri, importante personaje quien llegó como diputado y senador al Congreso de la República, casado con la no menos importante dama Natividad Alarco. Propietarios ellos de «Callqui chico y Callqui grande desde donde se traía en burros, diariamente, los bidones con Leche pura de vaca, que gran parte de vecinos de entonces consumían en la ciudad. Mama Nati, como se le conocía, no tuvo descendencia y cobijó a sobrinos de la Familia Alarco, quienes fueron sus herederos posteriormente. La casa abarcaba todo un patio posterior, en el cual de niño, solía jugar con los hijos de la familia Ballinas.
LA CASA DE LAS MISIONERAS FRANCISCANAS DEL NIÑO JESÚS
Fue fundada el 16 de Octubre de 1951. Para hacerse cargo de la institución llegó la madre Sor Querubina, delegada general de esta orden en el Perú, junto con las religiosas Sor María Magdalena, Sor Isabel Lazo y Sor Margarita Tello. Fueron acogidas porla propietaria de la casa en la fotografía, Natividad Alarco Viuda de Larrauri (Mama Nati) quien les proporcionó el segundo piso de su casa, mientras se construyera el convento respectivo. Para el año de 1952 dieron inicio al año escolar bajo la dirección de Sor María Paola Moretta como Superiora de la Comunidad y responsable del colegio “Sagrado Corazón”, Sor Mafalda Bigoni, responsable del Hospital San Juan de Dios y Sor Isabel Lazo, responsable del comedor, cocina y economato del mismo hospital.
Olga M. Zaferson colabora:
allí funcionó en 1953 el Colegio de las Madres Franciscanas que el año anterior lo abrieron en una parte del Hotel de Turistas. Sus primeros alumnos, entre muchos otros fuimos, Calulo Vergara, Consuelo Ballinas, Perla Vargas, Oscar y Efrain Fernández, Carmen y Eva Alarco, Manuel Mendoza, Armando y Carlos Ballinas, Alberto y Edwin Witsmuller etc, etc Finalmente pasamos al local propio en la Plazoleta San Juan de Dios. Linda e inolvidable época.
