Se rebelde: acepta todo aquello que signifique un cambio.
Se crítico: admira únicamente las lecturas positivas, si vas a escribir o leer un poema, que sea dedicado a la vida, a la alegría, al amor. Pon de lado esa tontería que nos enseñaron desde el colegio, de admirar a escritores que se revuelven en la miseria, en el dolor, en la muerte.
Se preguntón: aprende todo lo que no sabes porque la única forma de callar tu ignorancia, es preguntando por todo aquello que te interesa y no conoces.
Se individuo: cree en ti, porque eres un ser maravilloso y así debes de reconocerte.
Se selectivo: elige a tus amigos, acepta ir solo a aquellos lugares donde realmente te sientas a gusto, recuerda, no estás obligado por ninguna circunstancia a estar en un lugar con gente que no quieres estar. Destierra de tu mente la frase “Tengo que ir”.
Se creativo: haz y desarrolla lo que tu imaginación pueda concebir, lo importante es que te guste a ti y al diablo con la opinión de los demás.
Se observador: mira todo sin juzgar.
Se audaz: acepta todo aquello que te trae el universo para aprender. El 90% de las cosas que aprendiste que no debías hacer, son precisamente las circunstancias que les permitió el éxito a esa minoría que ves de lejos.
Se atrevido: si la valla que vas a saltar te parece alta, prepárate y sáltala. Ten valor y sorpréndete al descubrir que el temor, era tan solo un fantasma creado en tu mente, como el “cuco”, al que le tenías miedo de niño, nunca existió, tuvo vida solamente el tiempo en que se la diste.
Recuerda: si algo falla, significa que estarás mejor preparado para el próximo intento. Tu mente es como la lámpara de Aladino, pide y el genio te lo dará, la esperanza es solo como la duda. Ten fe en lo que pides y se te concederá.
Federico Salas Guevara.
