Cabalgata de los Andes
Gesta huancavelicana hacia la Capital del Perú (1997) 8 días de aguerrido trayecto, 500 kilómetros recorridos por 120 huancavelicanos
¡¡¡No nos van a callar!!!
HUANCAVELICANO, COSA DELICADA, TOJAYNIMPAS ISCAY REAL VALEJ.
La cabalgata de los Andes, es sin lugar a dudas, la gesta más importante desarrollada por los huancavelicanos en los últimos tiempos. Puede inclusive ser interpretada como el movimiento indigenista de reivindicación, más resaltante en los últimos cincuenta años del que hacer nacional. Llevó con ella un contenido Social, Político y Económico que la historia del Perú viene recogiendo en su verdadera magnitud.
En las próximas páginas encontrarán los diferentes aspectos que describen la importancia de este acontecimiento, así como las primeras interpretaciones que la población y el periodismo ha sabido encontrar. En realidad, la cabalgata es solo el inicio en la acción, de un largo y antiguo problema peruano que las generaciones no han sabido responder. Por ello, cuando se le pregunta a Policarpio Vargas Silvestre, uno de los cabalgantes, sobre este acontecimiento, él con toda energía responde que la Lucha debe continuar, porque los problemas de las comunidades campesinas de Huancavelica, aún no están resueltos.

No podrán callar al hombre del campo, no podrán callar ni ocultar la pobreza reinante, no podrán seguir postergando las aspiraciones de los que tienen derecho a una vida digna. La cabalgata no solo mostró un problema huancavelicano, mostró un problema nacional. Los ciento veinte cabalgantes así se lo hicieron conocer al mundo, porque el mundo desconoce parte importante de lo que ocurre en los lugares olvidados del planeta.
Con la verdad en la mente y en la palabra, con el coraje en el alma, con el valor en el espíritu, con la fuerza en la acción y la lealtad en su compromiso, estos valientes hombres sentaron las bases para producir un cambio social hacia un nuevo amanecer. Cirilo Araujo Matos, cabalgante expresa con claridad que la cabalgata es un ejemplo que nos demuestra que cuando se realiza una acción conjunta con el pueblo, si es posible lograr el objetivo que se persigue.
En esta gesta no hubo lugar para los tibios, para los políticos interesados, para las teorías importadas de otros continentes. Aquí no hubo lugar para los derechistas ni para los izquierdistas, para los ricos o para los pobres, para los blancos, los indios o los mestizos. Este fue un espacio para los peruanos de corazón, para los hombres y mujeres que deberán construir un mundo equitativo en oportunidades para todos, basándose en nuestras propias realidades para encontrar soluciones verdaderas.
